¿Alguna vez miraste a tu gato comer y pensaste: ¿Masticó eso o lo tragó entero? Tranquilo, no eres el único. A diferencia de nosotros, los gatos no están para saborear lentamente su comida ni masticar como si fuera una cata gourmet. Ellos tienen su propia manera —muy felina— de enfrentarse a cada croqueta. Y sí, tiene todo el sentido del mundo (para ellos, claro).
Hoy te contamos cómo mastican los gatos, por qué eso importa, y cómo elegir un alimento que se adapte a su instinto natural. ¡Vamos allá!
¿Mastican o simplemente tragan?
La verdad: los gatos no mastican como los humanos.
Mientras nosotros usamos los dientes para triturar, moler y saborear lentamente, los gatos tienen una técnica mucho más… eficiente.
Sus dientes están diseñados para cortar y desgarrar, no para moler. Por eso, cuando comen, hacen movimientos rápidos, usan sus colmillos.
¿Resultado? Muchas veces parece que tragan entero, sobre todo si la croqueta es pequeña.
La anatomía felina al comer
Para entender cómo comen, primero hay que conocer su “equipo dental”:
- Colmillos (caninos): largos y afilados, ideales para atrapar presas.
- Premolares y molares: más planos, pero alineados para cortar, no triturar.
- Mandíbula que solo se mueve arriba y abajo, sin movimientos circulares como los nuestros. Olvídate del “masticar en círculos”.
Todo esto hace que los gatos muerdan, desgarren y traguen. Poca masticación, pero mucha eficacia.
¿Por qué importa cómo mastican?
Buena pregunta. Entender cómo mastican ayuda a elegir un alimento que no solo sea rico, sino fácil de comer y digerir para ellos.
- Tamaño y forma de la croqueta: si es muy pequeña, no la mastican. Si es muy grande o dura, puede costarles.
- Textura: una croqueta bien pensada estimula su instinto de masticar (aunque sea poquito).
- Palatabilidad: si huele bien y sabe mejor, no la escupen… ¡la devoran!
Por eso en Taste of the Wild diseñamos croquetas con alta palatabilidad, textura ideal y proteína animal de calidad que respeta el instinto carnívoro de tu gato.
¿Y si no mastica nada?
Algunos gatos son comelones profesionales: tragan todo como si fuera una competencia. Pero ojo, si notas que tu gato nunca mastica, babea, le cuesta comer o deja comida, puede haber algo más:
- Problemas dentales
- Dolor en las encías
- Estrés o ansiedad alimentaria
En esos casos, mejor consultar al veterinario.
¿Qué puedes hacer?
- Observa cómo come
- Elegí alimentos pensados para gatos: con textura, forma y sabor adaptados a su naturaleza.
- Apostá por ingredientes de calidad: la proteína animal es clave para su salud.
- Mantén controles veterinarios regulares para cuidar sus dientes.
En resumen
Los gatos no son grandes masticadores, pero eso no significa que no necesiten un alimento pensado para ellos. Elegir una buena nutrición como Taste of the Wild, con alta palatabilidad y proteína de calidad es darle a tu gato no sólo sabor, sino salud y bienestar en cada croqueta.
Porque aunque no mastiquen como nosotros… ¡igual se merecen lo mejor!
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